Tenía pendiente visitar
Uri Sushi, un minúsculo restaurante situado en el centro de Málaga, frente al Teatro Cervantes, que sirve comida japonesa y coreana. Cierto es que cada vez hay más --y mejores-- restaurantes de cocina japonesa, ya sea tradicional o fusión, pero pocos de cocina coreana y, sobre todo, de cocina coreana de tanta calidad.
Empecemos por el local. Pequeño, ya lo hemos dicho. Y no reserva, claro. Habitualmente hay cola pero el servicio es bastante rápido, y eso que la carta encontramos más de 80 referencias. Nada más entrar ya lo has visto todo: una mesa a la derecha y otra a la izquierda en la que, apretándose, pueden entrar ocho comensales en cada una (compartiéndola, obviamente). Al fondo, una barra para dos o tres personas, con vistas a la cocina.
Una de las grandes ventajas de mi trabajo es poder estar en contacto con personas de todo el mundo y la casualidad quiso que en mi primera visita a Uri Sushi fuera acompañado por un alumno coreano, diplomático de profesión, que ejerció de guía espiritual y gastronómico. ¡Gracias June! Sobra decir que me entregué a su conocimiento para que pidiera nuestra comida.
La gastronomía coreana se basa en el arroz, las verduras y la carne, que se cuecen o se saltean en aceite de sésamo, salsa de soja, jengibre, ajo... y picante. El
kimchi y el
gochujang no pueden faltar, como imprescindibles son el
kimbap o las sopas.
Hemuchin
En Corea lo habitual es compartir la comida por lo que no hay primeros o segundos platos. En Uri Sushi prácticamente todos los platos llegaron al mismo tiempo haciendo que la experiencia fuera más cercana a la autóctona. Uno de los platos que más me sorprendió fue el
hemuchin, una base de ensalada con salmón y atún marinados y cebolla frita, aliñado con aceite de sésamo, vinagre y salsa picante --¡muy picante!--.
Buchingue
Ya me enamoré de este plato en
Bi Won (Londres) y, por supuesto, lo disfrutamos en Uri Sushi. Esta tortilla coreana --o pizza coreana-- rellena de verduras (cebolla, zanahoria, pimiento...), marisco, calamares y kimchi es deliciosa.
Bibimbap
Aunque mi plato favorito, sin duda, fue el
bibimbap. Los que me conocéis y/o me leéis y conocéis mi gusto por el donburi japonés. El bibimbap es muy parecido a donburi: base de arroz, verduras, ternera (mientras que el donburi suele ser de pesado: atún, salmón, anguila...), aceite de sésamo y salsa picante (la otra gran diferencia con el plato japonés y seña de identidad de la cocina coreana). Todo culminado con un huevo frito que se rompe y se mezcla, siendo la yema el elemento aglutinante que le da la melosidad característica.
Kimbap
También compartimos algunas piezas de kimbap. Muy parecido al maki pero de mayor tamaño, por los ingredientes daba la impresión de ser menos coreano y más fusión. Quizá lo que menos nos gustó. Me contó June que los extremos del rollo, una vez terminado y cortadas las piezas, era lo que las madres se solían comer porque era lo más feo, hasta que los niños (ay los niños de hoy en día, qué listos son) se han dado cuenta de que es donde se acumula mayor cantidad de ingredientes y lo piden a sus madres.
Volveré porque me faltan muchos platos por probar y la primera toma de contacto ha sido buenísima. Además, me he limitado a probar la carta coreana y la japonesa también promete grandes sensaciones. Hasta la próxima.