Cávea, en la céntrica calle Echegaray, toma el nombre de la zona de gradas de los teatros romanos y, las secciones de su carta se nombran como las propias de los teatros y anfiteatros clásicos: Ima Cavea, Media Cavea, Summa Cavea y Porticus Cavea, de más próxima a más alejada al escenario.
[Cávea, interior] |
Espacio de decoración urbana, que combina el ladrillo visto con la madera; funcional, limpio y luminoso. Acogedor también y con asientos bastante más cómodos que la dura piedra de los teatros romanos, es obra de FitArquitectura.
La propuesta gastronómica del chef y propietario Alberto Molina persigue esa emoción que, como en el teatro, trata de afectar a todos los sentidos, fundamentalmente el gusto, el olfato y la vista, de modo equilibrado. Alberto Molina es otro alumno de la brillante --y maltratada-- escuela de hostelería de La Cónsula y, tras su paso por Arzak*** y Calima**, se hizo cargo de las cocinas de algunos restaurantes malagueños hasta que ahora ha llegado el momento de embarcarse en un proyecto propio, donde encontramos una carta contemporánea, donde hay un equilibrio entre la tradición y las nuevas tendencias culinarias.
[Las sugerencias del día, en la solapa de la carta] |
Además de los cambios de carta por temporada, encontraremos sugerencias del día en función del mercado, la inspiración y los conocimientos del equipo de cocina. Nosotros optamos por abrir boca con una de las recomendaciones del día: el pringabao, un pan bao al vapor con pringá de puchero.
[Pringabao] |
Ima Cávea
Excepcional inicio, tras el bao de entrante, con una ensalada caprese con un pesto tradicional de albahaca y piñones con helado de lima y frutos secos. Fresca a la vez que intensamente sabrosa.
[Caprese con helado de lima y albahaca] |
Media Cávea
Los que me conocen saben que soy bastante reacio a pedir croquetas (soy de los que piensa que como las de mi madre, ninguna) pero las croquetas de puchero al toque Cávea merecen mucho la pena. Tanto o más, el flamenquín de ibérico, trufa y parmesano, elaboración donde destacan la calidad y la personalidad de los ingredientes.
[Croquetas de puchero al toque Cávea] |
[Flamenquín de ibérico, trufa y parmesano] |
Igualmente sabroso y de alto nivel, el risotto de queso Payoyo y setas, muy cremoso y, curiosamente, con arroz largo.
[Risotto de queso Payoyo y setas] |
Summa Cávea
Como principales, dos fabulosos platos de carne: costilla barbacoa, tierna y jugosa, acompañada de patatas fritas.
[Costilla BBQ] |
Y de las sugerencias del día, un osobuco estofado, acompañado de verduritas salteadas --mención especial para los espárragos-- y gnocci de ricotta.
[Osobuco con gnocci de ricotta] |
Pórticus Cávea
Como éramos seis, nos decidimos por probar tres postres: dos de la carta --rollito de dulce de leche con sopa de yogur y frutas del bosque y coulant con helado de pistacho sobre una tierra de galletas y divertidos peta zeta-- y el postre sugerencia del día: tarta de manzana crumble, combinando diferentes texturas y temperaturas de la fruta.
[Rollito de dulce de leche con sopa de yogur] |
[Tarta de manzana crumble] |
[Coulant con helado de pistacho] |
Un restaurante muy recomendable, que le da nuevos aires al centro de Málaga, al que habrá que estar atento: buen producto, gran mano, servicio muy correcto... habrá que seguir las sugerencias del chef y los cambios de carta de cada temporada, adaptándose a los productos de cada momento.
Muy buen restaurante he ido varias veces, y estoy de acuerdo con todo, pero creo recordar que el risotto era un falso risotto de un tipo de pasta que no sé cómo se llama. Si quieres tomar arroz en Cávea, pide el meloso de codorniz, una maravilla.
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