domingo, 9 de octubre de 2016

Gastroescapada a Madrid: tradición, vanguardia y mucho encanto

Mis amigos están empezando a confundir mi pasión por la gastronomía con la creencia de que me he convertido en un oráculo y cada vez que quieren celebrar una ocasión especial o que deciden hacer una escapada de fin de semana acuden a mí para que les diga dónde comer. No negaré que me agrada que me tengan en tan alta consideración pero he de reconocer que empiezo a sufrir cierta presión por no fallarles.

Entre los lugares por los que más me han preguntado está Madrid. Más de uno me ha sugerido --metafórica pistola en mano-- que escribiera un post con esos lugares a los que ir a comer cuando se acerquen a la capital del Reino. Ya he contado en este blog mis experiencias en DiverXO, Viridiana, Sudestada o La Tasquita de Enfrente. 

En esta ocasión propongo un recorrido por algunos (¡son tantos!) de los lugares que más me gustan y cuyas visitas pueden servir para cubrir una gastroescapada de fin de semana a la Villa de Madrid. Comenzaremos en La Casa del Abuelo, un clásico, un referente, una institución. Absolutamente imprescindible es su cazuela de gambas al ajillo, no solo si vas a Madrid, sino si quieres tener una vida plena. Es un buen lugar para otras tapas de toda la vida, como las bravas, las croquetas o las gabardinas.

[Gambas al ajillo]
[Croquetas]
[Patatas bravas y mosto]
[Gabardinas]

Si después de tapear te quedas con ganas de algo dulce o si quieres empezar el día con un desayuno de alta calidad debes ir a Oriol Balaguer y disfrutar del reconocido como el mejor croissant de España. Es sencillamente perfecto: el sabor a mantequilla, el crujiente del horneado en contraste con lo etéreo de la masa...

[Croissant de Oriol Balaguer]

Si queremos darle un giro de tuerca a las tradicionales recetas que hemos disfrutado en la Casa del Abuelo, una gran opción es ponernos en manos de Paco Roncero y dejarnos sorprender pos sus tapas en Estado Puro. Deconstucciones, trampantojos, vanguardia, creatividad, texturas, sorpresas... Tortilla española del siglo XXI, filipino de chocolate con foei-gras y cardamomo, gazpacho de langostinos al aroma de albahaca, huevo escalfado a 63ºC con estofado de alcachofas y espárragos con salsa de Oporto, corte helado de queso parmesano con mermelada de limón... 


[Tortilla española del siglo XXI]

[Gazpacho de langostinos al aroma de albahaca]
[Corte de helado de queso parmesano con mermelada de limón]

En la decoración del local --muy cañí, muy kitch, muy....-- destacan unos discos con expresiones propias de nuestra lengua relacionadas con la comida y con la actividad social de ir de tapas, con una doble traducción que hace sacar unas sonrisas al visitante y sirve de ayuda y desconcierto, a partes iguales, al extranjero.







En toda gastroescapada hay una noche que se opta por una cena más especial. En nuestro caso hemos elegido hacerlo en el Restaurante Álbora. Con una estrella Michelin, cuenta con dos propuestas: el restaurante y la barra de tapas, más informal. Debo comenzar agradeciendo el detalle que tuvieron ya que, como iba con una amiga musulmana que no comía cerdo, le pregunté si la Trilogía de Jamón Joselito era tapa o ración. Me respondieron que ración pero tuvieron la deferencia, al explicarle el porqué de mi consulta, de servirme una tapa con los tres Joselito (20120, 2009, 2008).

[Trilogía de Jamón Joselito]

Seguimos con unos langostinos asados con carne de berenjena asada y salsa de sésamo, con una espectacular vieira asada, caldo, esmumoso de jamón y hojas tiernas de acelgas salteadas, una jugosa y sabrosa tortilla de bacalao y, para terminar, un sensacional pulpo a la brasa. Y como para el postre siempre queda hueco, una torrija caramelizada en leche fresca y se crema helada.

[Langostinos con carne de berenjenas y salsa de sésamo]
[Vieira asada, caldo, espumoso de jamón y hojas de acelgas]
[Tortilla de bacalao]
[Pulpo a la brasa]

[Torrija caramelizada en leche fresca]

En nuestra gastroescapada madrileña no puede faltar la visita a la Taberna La Carmencita, uno de los bares más antiguos de la capital, por cuyas mesas han pasado Rafael Alberti, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández o Federico García Lorca, entre otros. El recetario es, muy probablemente, casi idéntico a aquel de mediados del siglo XIX y eso es algo maravilloso. El vermú, las rabas, las croquetas, las ensaladas, las albóndigas, los callos, el vino, los mejillones, el bacalao, la caña bien tirada...

[Fritura]
[Ensalada]
[Albóndigas]
[Claras nevadas]
[Tarta de queso]

No hay comentarios:

Publicar un comentario