miércoles, 19 de diciembre de 2018

Boca Llena: alegría, elegancia y buen trato

Lo primero que llama la atención de Boca Llena, en Teatinos, es la cuidada decoración. Elegante, moderno, funcional, acogedor y cómodo. Simultáneamente, es destacable el trato de todo el personal desde el primer momento, un personal atento y formado que, como hemos dicho tantas veces, es imprescindible para que la experiencia gastronómica sea total.


El tercer elemento es un mono, logo del establecimiento que, además, vertebra la carta de una forma simpática: Monerías (tapas y entrantes), El Jardín de los Monos (las ensaladas), Con mono de arroz y Della Mona Lisa (platos italianos), Mono al agua (pescados), Leña al mono (carnes) y El último mono (postres) son las secciones del menú. Unos cuarenta platos a los que se suman las sugerencias del día.


Tres socios --entre ellos el exfutbolista brasileño del Málaga, Welligton-- y un gran equipo en cocina y en sala, son las claves del éxito de este recomendable establecimiento con una propuesta gastronómica para todos los públicos, donde convive lo más tradicional --jamón ibérico puro de bellota, queso manchego de oveja, croquetas de la casa, salmorejo-- con una cocina más contemporánea con toques internacionales --gyozas, ceviches, tartares o tatakis-- y, a medio camino, los platos de toda la vida revisados con un toque más personal, como pueden ser la rusa del mono o, una de las sugerencias fuera de carta que más nos gustó: los nems de rosada frita con lima y guacamole.

[Rusa del mono]
[Nems de rosada]

Otra muestra de la personalidad de la cocina de Boca Llena son las tostas de boquerones con moje manchego, bien especiado y con toques picantes. También fuera de carta aunque, según tenemos entendido, una sugerencia muy habitual, probamos las vieiras con setas y alioli que, a pesar de estar muy buenas, quizá el sabor de la vieira queda un tanto camuflado por sus acompañantes.

[Tostas de boquerones con moje manchego]
[Vieira con setas y alioli]

En esta ocasión, en lugar de un pescado o una carne, teníamos ganas de arroz y nos decantamos por el arroz negro con espuma de alioli, donde destacaba un buen fondo marino y un potente sabor, riquísimo.

[Arroz negro con espuma de alioli]

Entre los postres, elegimos la tarta de manzana --un fino hojaldre templado con manzana delicioso-- con helado de vainilla y la tarta de queso, un clásico muy bien ejecutado.

[Tarta de manzana]
[Tarta de queso]

Teatinos sigue llamando la atención de Málaga en el aspecto gastronómico, con propuestas más que interesantes para que ampliemos nuestro abanico de alternativas. El centro es el centro, pero los barrios --Malagueta, Pedregalejo y El Palo, Cerrado de Calderón, Teatinos, Carretera de Cádiz...-- tienen mucho que decir. ¡Oído!

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