lunes, 9 de diciembre de 2019

El invernadero: verde que te quiero verde (y 2)

Seguimos con el menú #Verde de El invernadero, cuya filosofía y principios hemos presentado en nuestra anterior entrada.

Remolacha-manzana; salsifi-alcaparra
Tras los aperitivos fríos y calientes, comenzamos con los platos principales: el primero es un sensacional tartar de remolacha y manzana con espuma de rosa y continuamos con salsifi blanco co con alcaparras igualmente exquisito. El maridaje corrió a cargo de una suerte de sidra de melón.


Achicoria-shimeji; boletus-cedro
Con los siguientes dos platos --achicoria, setas shimeji y cebollas deshidratadas y boletus, cedro y algas-- seguimos con los sorprendentes sabores de la tierra con sazonadores naturales. Excelenes.


Patata-trufa
Para explosión de sabor el siguiente plato: sobre una yema curada, el clásico puré de patata Robuchon rebajado con agua de acelgas y trufa negra. Para comerlo, nos sugieren usar como cubiertos el pan gallego. ¡Puro hedonismo! Para acompañar este plato, un vino de zanahoria morada.


Arroz-níscalos
Y no podía faltar, en un menú de Rodrigo de la Calle, un arroz. Bueno, un arroz no, un arroz sublime: con azafrán y níscalos, armonizado con un vino de remolacha.


Queso
Ante de los postres ofrecen probar un queso, de la familia de los quesos Stilton, con algas. Espectacular. Servido con membrillo, miel y un bizcocho con pipas de calabaza garrapiñadas.


Postres
Para acompañar los postres, la versión de la piña colada con un fermentado y espuma de coco. Tanto el shisho-dátil como el helado de pimiento con zanahoria morada y kumquat son fabulosos y verdaderamente sorprendentes.


Y para acabar, el mejor bizcocho de zanahoria (con açaí y flores) que he probado en mi vida. Jugosísimo y con un sabor intenso y elegante. Para el café, mini alfajor de coco.


Desde pequeños se nos transmite la idea de que las verduras no saben a nada y "no tienen gracia". Tratamos de que los niños las coman ocultándolas, enmascarándolas, camuflándolas... Presumimos de que hay que comer mucha fruta y mucha verdura pero lo damos el protagonismo a la carne y al pescado. Rodrigo de la Calle y su revolución verde nos ayudan a superar estos falsos mitos, nos reconcilia con la naturaleza, nos educa en cómo cocinar y combinar los vegetales. Ir a El invernadero debería ser asignatura obligatoria en cualquier sistema educativo del mundo. 

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