lunes, 16 de septiembre de 2024

La Almijara, hechos a sí mismos

Cuando hablas con José Andrés todo te parece sencillo. Hasta lo que hace te resulta fácil. "Lo que queremos es dar de comer a los que vienen y que les guste lo que hacemos", nos comentaba en la pequeña cocina donde cada día hace magia. ¿Se puede resumir mejor el propósito de un cocinero? Pero lo que ha hecho José Andres y su equipazo en Almijara es para quitarse el sombrero. Trabajar, estudiar y cocinar

La carta de Almijara Casual Bar tiene de todo pero, sobre todo, tiene un producto de altísima calidad. Su cocina son platos de cuchara, clásicos con toques internacionales, tradición con elaboraciones vanguardistas en su justa medida, técnica con sentido y criterio desde el respeto al producto y cariño, mucho cariño.

Y hablando de producto, qué mejor que comenzar con una tabla de embutidos y quesos de cabra malagueña


Nosotros llevamos tiempo enamorados de Almijara y de su cocina pero la constancia y la honestidad han hecho que las guías gastronómicas más importantes hayan caído rendidos a este establecimiento familiar. Recomendado por la Guía Macarfi y con un solete de la Guía Repsol, en Almijara Casual Bar siguen dando pasos firmes cada vez que cambian la carta en función de la estación y del mercado. 

Nosotros seguimos nuestro viaje gastronómico con las patatas bravas con mayonesa de kimchi, togarashi y sriracha y con una maravillosa pata de pulpo a la brasa sobre parmentier tradicional de patata y ají amarillo.


Elegimos volver a Almijara aprovechando la visita de un querido amigo que, desde Estambul viene cada dos años a disfrutar de nuestra feria y a comer bien y con esta fabulosa excusa fuimos a que José Andrés nos diera de comer y su equipo nos mimara. El momento cumbre lo puso el plato de huevos rotos con atún rojo picante y perlas de trufa. Suena bien, ¿verdad? Pues no te imaginas cómo sabe. Imagina el sabor de la patata y la trufa --matrimonio perfecto--, de un productazo como el atún rojo con el picante suficiente y de la untuosidad de la yema del huevo.


Detallazo de la casa fueron estos camperitos de atún de almadraba, papada ibérica de bellota y mayonesa de anguila.

Vuelvo al principio. En Almijara todo parece fácil, como fácil es adivinar que el resultado de una ecuación cuyos elementos son un producto de calidad, una buena cocina, trabajo a espuertas y trato cercano a la vez que profesional sea la excelencia. 

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