Si la cocina peruana es reconocida internacionalmente como la mejor gastronomía del mundo es, entre otros motivos, porque es herencia, es fusión, de todas las civilizaciones que han ido llegando a lo largo de los siglos al país andino. La tradición del antiguo Perú, las cocinas europeas y, por supuesto, la japonesa y la china, se han ido fusionando para dar como resultado platos y elaboraciones llenos de sabor. Si a eso le sumamos la intención de fusionarse con los productos y el paladar malagueños, en Alma Lima hallamos la fusión de la fusión. Fusión sin perder la esencia de la cocina peruana en una carta donde brillan el anticucho, las papas huancaina, los ceviches y tiraditos, la causa, el lomo saltado,y arroces chaufa...
El local, sencillo, amplio, con una gran vidriera mirando a la playa de la Malagueta, está situado en el Paseo Marítimo CIudad de Melilla, a escasos metros de la Farola. Cocina abierta y gran barra alrededor de la cual se disponen las mesas. Abrimos nuestra comida con el gran clásico de la coctelería peruana: pisco sour, con pisco Quebranta, zumo de limón criollo, sirope natural, amargo de angostura y clara de huevo. ¡Qué mejor forma de brindar y de abrir apetito!
Arrancamos con el tiradito de salmón, con base de aguacate, tempura crispy, chalaquita y salsa ponja ligeramente picante. Buen corte del pescado y un delicioso marinado, muy cítrico... con toques de cilantro.
La causa limeña es otro de los clásicos de la gastronomía peruana. Cremosos de patata especiado con pasta de chile de ají amarillo, relleno de aguacate, tomate, mix de hojas verdes y, como guiño a nuestro Mediterráneo, se corona con crocante de calamar.
Como uno de los principales, el arroz chaufa vegetariano, con verduras y rematado con una fina tortilla de huevo en su punto. La tortilla le una cremosidad al arroz muy interesante.
Seguimos con los clásicos de la cocina peruana con el anticucho mixto, de ternera y pollo marinados en salsa tradicional de anticuchos, con patatas fritas, maíz peruano y salsas huancaína y chimichurri. Destacan mucho las notas especiadas de la carne que, tal vez a nosotros, nos recuerdan a los sabores morunos.
Cerramos la comida con un sudado de pescado tradicional peruano, al estilo thai y acompañado de arroz de coco. Peruano con grandes incluencias del sudeste asiático. Muy sabroso.
A los postres, hicimos caso a la recomendación del personal y disfrutamos de un cremoso de mango y maracuyá con trocitos de mango fresco y salsa agridulce y ligeros puntos de pique.
No tenemos duda de que volveremos para probar los ceviches, otros tiraditos y arroces y algunas de las carnes de la carta. Si ya nos enamoró la cocina peruana tradicional de La Pachamama, desde el verano de 2022 Alma Lima amplía y complementa la oferta culinaria del país andino, llena de sabores y matices y con gran protagonismo del producto de proximidad. Por tanto, estamos de enhorabuena en Málaga.
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