jueves, 27 de agosto de 2015

Della Sera, una dulce gastrosorpresa en Logroño

La vida está llena de sorpresas y hace unos días me llevé una de las gordas. En una escapada de tres días al norte, decidimos acercarnos a Logroño, ya que no la conocíamos y yo ya tenía ganas de conocer la famosa senda de los elefantes, verbigracia, calle del Laurel. Después de hacer una parada en la espectacular villa de Laguardia, tuvimos tiempo de dar un paseo por la capital riojana para abrir el apetito así que enfilamos la calle Portales en dirección a la Concatedral. En el número 28 de esta céntrica calle nos encontramos con una pequeñísima heladería: menos de 20 metros cuadrados, un mostrador con un par de docenas de sabores... y una pegatina en una de sus puertas que casi se nos pasa:

[Mejor espacio dulce de España 2015]

Traté de hacer memoria de un artículo que había leído y que justo días antes había estado comentando con unos amigos, ese en el que a raíz del MadridFusión 2014 daba cuenta de una suerte de antiguía con los 100 (+1) mejores de la gastronomía española. Y digo que empecé a hacer memoria pero solo me venían a la mente los Oriol Balaguer, Torreblanca, Rocambolesc o Pomme Sucre... pero este nombre no me venía a la mente, lo reconozco (triste y avergonzado): 

[Heladería Della Sera, calle Portales 28, Logroño]

Ya no se me olvida, lo prometo. Entramos, saludamos y prometimos "tomarnos aquí el postre". La dependienta nos sonrió y nos tomó la palabra: "Eso, después de comer". Tras los pintxos y las tapas de la calle del Laurel (que dejo para otra entrada) volvimos, "como personas de palabra, a poner el remate a la comida". Tamara tuvo la amabilidad de explicarnos con todo detalle las características de los helados: sabores que son el resultado un trabajo con gran mimo sobre el producto local (crema de lías de vino, mosto de racima, mazapán riojanito y uno que me cautivó: sombra de higuera, elaborado a partir de los brotes tiernos de las hojas de la higuera, puro sabor a higo suave, dulce... qué difícil de describir); sabores clásicos hechos con una materia prima de enorme calidad (fresa, mango o vainilla mexicana); combinaciones más o menos originales de ingredientes que producen sabores potentes (naranja con albahaca fresca, mantecado con canela y azafrán, crema de limón al aceite de Alfaro o queso de cabra con arándanos, para los amantes del queso).

[Nuestros helados de Della Sera]

La propuesta de Fernando Sáenz Duarte, la que ha llevado a su heladería Della Sera al número uno de los espacios dulces de España (y a sus helados a las mesas de Azurmendi, Quique Dacosta o Mugaritz, entre otros), defiende los valores del respeto por la naturaleza y los cultivos ecológicos, defensa del producto local y de calidad e innovación para mantener la tradición de dichos productos y sus sabores (productos slow food), concienciación y fomento de una alimentación saludable (helados sin gluten). Una maravillosa gastrosorpresa que nos endulzó el día y que, como prometí a Tamara en nuestra charla, tendría un espacio en este blog.

3 comentarios:

  1. Qué bien suena eso de "sombra de higuera".
    Creo que leer tu blog es incompatible con el seguimiento de una dieta: ¡Qué hambre!

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  2. Pues si bien suena, imagínate cómo sabe. Venga, me atrevo aun a riesgo de sonar curso: es el sabor de la ternura, al tiempo de fruta y planta. Espectacularmente suave.

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