lunes, 27 de septiembre de 2021

Palodú 2021, el restaurante

Qué puedo decir más sobre Palodú. De qué forma puedo transmitir mi admiración por el trabajo de Cristina y Diego en esa pequeña cocina donde hacen magia cada día. De qué manera puedo reconocer la evolución constante de la sala, en la que Ana brilla con luz propia. Un equipo que crece sin cesar, que sorprende a cada visita. Evolución constante de la cocina, del personal y, por supuesto, de la bodega, cada vez con referencias más selectas. 


No necesito ninguna excusa para para ir a Palodú pero, sobre todo, no hay excusas para no ir a Palodú, el restaurante. En nuestra última visita, a golpe de cerveza Inedit, nos recibieron con un aperitivo exquisito: tomate Kumato asado con soja

La carta ha cambiado considerablemente desde nuestra última visita pero se mantiene el que --probablemente, no es nada fácil la elección-- es mi plato favorito: gamba blanca / jugo cítrico / ají amarillo. Creo que es un plato total, en el que la melosidad de la gamba armoniza con los sabores cítricos y los golpes picantes. También probamos las croquetas de lomo ibérico con gel de fino, Andalucía en un bocado.

[Gamba blanca / jugo cítrico / ají amarillo]
[Croqueta de lomo ibérico y gel de fino]

El tartar de lomo bajo de vaca con crema agria es otro imprescindible. El producto con el que cocinan Diego y Cristina es siempre de una enorme calidad. La elegancia en la elección de las elaboraciones y sus combinaciones, unido a las magistrales ejecuciones hacen de cada plato un deleite. 

[Tartar de vaca con crema agria]

Pero ojito con lo que sigue... el rodaballo / pil pil de miel / ajo asado es excepcional. Y qué decir de la vieira en curry rojo. Disfrutamos enormemente de volver a sorprendernos al probar por primera vez los platos de Palodú. La magia de la nueva carta te devuelve a aquella primera visita en la que cada plato era una bofetada de buen gusto y recibir, uno tras otro, nuevos golpes rejuvenece nuestros paladares y hace que no echemos de menos las bravas, el taco de ceviche, el pulpo a baja tempratura o la rusa con huevo marroquí (aunque no se irán de nuestro paladar mental, de nuestra memoria gustativa).

[Rodaballo / pil pil de miel / ajo asado]
[Vieira en curry rojo]

Cerramos con un viejo conocido: las albóndigas en salsa de almendras, que mis amigos --que se estrenaban en el templo de Teatinos-- debían probar algún clásico... 

[Albóndigas en salsa de almendras]

Para rematar la cena, disfrutamos de la torta de queso Payoyo y del tiramisú de Baileys, junto a una copa de Malus Mama, la excepcional sidra de hielo de Iñaki Otegi y que es todo un lujo para cerrar cualquier comida.

[Torta de queso Payoyo]
[Tiramisú de Baileys]

Si has ido a Palodú sabrás que no exagero un ápice. Si vas a Palodú disfrutarás no solo de una gran cocina y de un espacio elegante y acogedor sino --y sobre todo-- de un puñado de buenas personas que ponen pasión en lo que hacen y eso lo transmiten y te emocionan. Gracias y hasta la próxima.

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