jueves, 27 de agosto de 2020

Gastroescapada a Ávila

Ciudad amurallda, cuna de místicos, Patrimonio de la Humanidad y, como ocurre en toda Castilla y León, capital gastronómica en la que destaca el gran producto y la tradición centenaria a lo que se van sumando, como en casi todo el mundo, las tendencias culinarias más actuales. Hace unos días tuvimos ocasión de hacer una escapada a esta preciosa ciudad para comprobarlo.

A pasear por las calles de Ávila te vas encontrando con sus más ilustres conciudadanos --Santa Teresa de Jesús, Tomás Luis de Vitoria, San Juan de la Cruz, Adolfo Suárez-- y constantemente te vas reencontrando con las mismas calles, las mismas plazas, los mismos rincones... Al pasear por las calles de Ávila se detiene el tiempo porque tiene una suerte de magia que te atrapa (o igual era yo, quién sabe, o quien me acompañaba). Las imponentes murallas medievales, los contrastes de sol y sombras, los campanarios con nidos de cigüeñas, los templos románicos y góticos, los parques, las terrazas... y la comida, por supuesto.

Comida
Restaurante Alcaravea Plaza de la Catedral, 15
Para la comida optamos por uno de los clásicos de la ciudad, el restaurante Alcaravea, situado en la céntrica Plaza de la Catedral del Salvador y que ofrece los grandes platos de la cocina abulense: patatas revolconas, judías del Barco, chuletón de Ávila...

Como aperitivo nos ofrecieron un verdaderamente delicioso gazpacho de remolacha, muy adecuado para la temporada estival y un claro ejemplo de cómo se va actualizando la gastronomía tradicional sin distorsionarla. Honestamente, nos habríamos tomado un buen cuenco de este gazpacho.

[Restaurante Alcaravea]
[Gazpacho de remolacha]

Como entrante compartimos unas espectaculares mollejas de lechal guisadas sobre patatas paja con yema confitada. A la perfecta elaboración se sumaba una elegante presentación en las que las patatas paja caseras formaban un nido en el que el guiso de mollejas quedaba bien recogido y al que la yema le aportaba una untuosidad excelente. Un gran plato.

[Mollejas de lechal]

Y, por supuesto, el chuletón de Ávila (I.G.P. Carne de Ávila). ¡Qué decir de esta chuletón, qué descubrir a esta altura! Cerca de un kilo de carne al punto, tierna, sabrosa, jugosa... imprescindible.

[Chuletón de Ávila]

De postre, optamos por una espuma de cuajada con miel para acompañar al café. Si al entorno y a la cocina se le unen un buen servicio, la experiencia es más que recomendable. 

[Espuma de cuajada]

Cena
Taberna de los Verdugo López Núñez, 6
La cena preferimos hacerla más ligera (al menos esa era nuestra intención) y a base de compartir raciones o tapas, por lo que elegimos la Taberna de los Verdugo y podemos decir que fue una gran opción. 

A modo de anécdota hay que decir que la denominación de algunos platos en la carta no se correspondía con exactamente con lo que nos sirvieron. ¿Cuestión de semántica? Puede ser, pero esto sirvió para que nos pasáramos un rato muy divertido y no desmerece, ni mucho menos, la buena mano de la cocina.

De aperitivos nos trajeron unos bocaditos o saquitos de queso y comenzamos la cena con una ensalada de carpaccio de vieiras. Fue el único plato que no nos convenció del todo ya que el aliño escondía el sabor de las vieiras, al vez demasiado frías además.

[Bocadito de queso]
[Ensalada de carpaccio de vieiras]

Seguimos con unos croquetones de carabinero con ali oli de ajo negro que estaban realmente buenos, ración que dividieron en porciones individuales de dos croquetas por comensal.

[Croquetones de carabinero]

Un excelente plato fue con el que cerramos la comida: el sashimi de salmón con leche de tigre se acercaba más a un cebiche, con patata morada en dos texturas, cebolla morada y una leche de tigre verdaderamente bien ejecutada y sabrosa, con potencia cítrica. De postre, un mousse de limón a modo de tartaleta, bastante fresco y sabroso. 

[Sashimi de salmón con leche de tigre]

[Mousse de limón]

Y para aprovechar la visita, nos llevamos para casa unas yemas y unas galletas de membrillo de Santa Teresa para endulzar el regreso y redondear la experiencia gastronómica abulense.