"Recetas de siempre con toques sorprendentes elaboradas con productos naturales, auténticos, hechos con las manos y el corazón". Así describe la página web de
La Cuina d'en Garriga su restaurante que comparte local con su tienda gourmet.
Es un local tremendamente acogedor, decorado con mimo, con una estética que invita a echar la vista atrás gracias al cuidado de los detalles y a la recuperación de las balanzas para el peso de frutas, las ollas de cobre o el sifón, emblema del establecimiento. Los productos son de alta calidad y de la zona lo que, sumado a elaboraciones perfectas, hacen que podamos disfrutar de esa
cocina tradicional catalana con toques sorprendentes. La
carta no es extremadamente extensa pero sí sumamente atractiva. Y para complicarlo más, las sugerencias del chef te hacen difícil la elección.
Como no podía ser de otro modo, opté por acompañar mi almuerzo con una cerveza barcelonesa de malta, la conocida
Moritz, riquísima e ideal para los aperitivos:
embutidos catalanes con encurtidos y unos delicados
morros de bacalao con romesco.
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[Mesa y mantel... y Moritz] |
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[Embutidos catalanes] |
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[Morro de bacalao con romesco] |
Como principal opté por uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía catalana: butifarra con mongetes de Santa Pau.
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[Butifarra con judías de Santa Pau] |
Rematé con un espectacular
flan de leche de oveja con nata y caramelo. Realmente sorprendente: cremoso, el justo punto de dulce... de esos postres que te gustaría que nunca se acabaran.
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[Flan de leche de oveja con nata y caramelo] |
Es un lugar verdaderamente recomendable que, además, se encuentra a unos escasos dos minutos a pie de la
Casa Batlló. Ya tienes plan para tu próxima escapada a Barcelona.
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