domingo, 16 de agosto de 2015

Desayunar en Málaga

Fue don José Prado quien, allá por los años 50 del siglo XX, decidió bautizar los cafés en función de la proporción de café y leche. Desde entonces, la nube, el sombra, el corto, el mitad o el largo son una de las señas de identidad de la ciudad.

[Cómo se pide el café en Málaga. Café Central, Plaza de la Constitución]

Me gustaría resaltar que no es algo que pertenezca al anecdotario histórico de la ciudad ni una curiosidad en desuso; tampoco es algo que ha quedado circunscrito al Café Central, donde nació. No. Es una tradición que tiene un origen histórico reconocido y perfectamente datado y que, día a día, se refuerza. Los camareros toman sus comandas con esta denominación, el cliente pide el café que quiere con estos nombres... raramente un malagueño pedirá un café con leche. Siempre en vaso pequeño... si lo quieres en vaso grande, pide un sombra doble o un mitad doble. Y el café expreso, en Málaga, se llama crema.

[Pitufo con aceite y tomate en el Café La Purísima, en el barrio de Pedregalejo]

Y con el café, un pitufo. En Málaga se llama pitufo a un bollito de pan pequeño, haciendo referencia a esos pequeños personajes azules de dibujos animados. Otra alternativa es el mollete, de la zona de Archidona y Antequera, más grande y de miga más blanda que el pitufo. ¡Mitad doble y pitufo con aceite! ¡Sombra y pitufo mixto! ¡Una nube doble, un mitad pequeños, un pitufo con mantequilla y un mollete con aceite!


[La torta loca, típica de Málaga]

El que opta por el dulce para el desayuno tiene en Málaga una torta tremendamente popular y exclusiva de nuestra provincia: la loca. De forma circular, tiene dos capas de hojaldre con crema pastelera entre ambas capas. Arriba, un glaseado de yema y una guinda. Una delicia que te vuelve loco, de ahí el nombre, probablemente.

[Chocolate con churros en el emblemático Café Aranda]

No olvidemos que estamos en España y el chocolate con churros siempre es una alternativa a tener en cuenta. En Málaga, hablar de chocolate con churros es hablar de Casa Aranda, del Café Madrid, de la churrería de calle Jaboneros o del quiosco de Eugenio Gross, entre otros. Pero también en los últimos años se están recuperando los tejeringos, los churros elaborados al modo tradicional malagueño, que fueron cayendo en el olvido por otras formas como las porras o los churros madrileños.

5 comentarios:

  1. Lloro con este post :____) . Te juro que lo que más echo de menos de Málaga es el placer de desayunar un sombra doble y un pitufo con aceite y tomate; mixto si me he levantado generosa.
    Gracias por traerme este rayo de sol malagueño a mi mañana de domingo.

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  2. Muchas gracias, Arancha, por tu comentario. Y no llores, hija, que me haces llorar a mí. Sabes que sigo debiéndote un sobra... no lo olvido. Sirva este post de pre-invitación. Un beso.

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  3. Uy, el anuncio oficial de tu nuevo blog me pilló de retiro campestre y me estoy enterando ahora, un jueves de Feria (ya viernes) a la 1:30 de la mañana, leyéndome todas las entradas. Y te preguntarás qué hago aquí a estas horas. Eso mismo me pregunto yo mientras esta entrada me ha dejado unas ganas locas de desayunar. A ver quién duerme ahora con todas las bondades gastronómicas que me acabo de zampar virtualmente...
    Enhorabuena por el nuevo blog. Ya tengo tus gastroasuntos en mi Feedly :)

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  4. Ricardo, ya te echaba yo en falta por aquí :P Ya sabes que en Feria los conceptos de tarde, temprano, mañana o noche desaparecen... de ahí que no pregunte. Gracias por tu mensaje y me alegra mucho haberte despertado las ganas de desayunar... de madrugada. Un abrazo.

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  5. Uyyyy, enhorabuena. Yo también acabo de enterarme de tu nuevo proyecto. Vengo de tierras lusas y no he tocado internet. Por cierto, acabo de saborear un redondo de ternera en Puebla de Sanabria, Zamora que quita el sentido. ¡Bravo por el proyecto!

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