sábado, 7 de noviembre de 2020

La Revuelta: las locuras de Arnault

Llama y haz una reserva, porque el local es pequeño. Aparca, siéntate y disfruta de las locuras que haya preparado Arnault Scheidhauer esa semana. ¿Influencias japonesas? ¿Guiños a la cocina peruana? ¿Vuelta a sus raíces francesas? ¡Qué más da! En cada plato hay experiencia, conocimiento, destreza y sabor.

En esta minúscula cocina se cocina con mayúsculas. El servicio, a cargo de Marta, es igualmente impecable: cercano y certero, como certera fue la recomendación del López Cristóbal Roble 2019 de la Finca La Linde (D.O.Ribera del Duero) con el que comimos en nuestra reciente visita y que comenzamos con las patatas bravas La Revuelta, con una salsa bastante cítrica a base con kimchee y pimentón y daikon rallado para refrescar y darle contraste de sabores, temperaturas y texturas.

Tacos
Los platos, en gran parte, son fruto de sus viajes --por una parte-- y del talento creativo --por otra--, a lo que se suman dos elementos indispensables: una materia prima de alto nivel y la adaptación al espacio de la cocina. Insistimos en ello, ya lo sabemos, pero es ejemplar el resultado que consigue en tan escasos metros. 

Probamos los dos tacos que había en carta: el de pescado especiado y rebozado, salsa raita y cevichito de verduras, un punto de encuentro entre Latinoamérica e India; y el de morcillo de vaca estofado, chipotle y hierbas.

Sanguchitos
El sanguchito es un bocadillo uruguayo (entre otros países latinoamericanos) que en La Revuelta lo preparan con nuestro mollete. El sanguchito tigre lleva langostinos tigre en tempura, verduras frescas, daikon aliñado, salsa cremosa de kimchee y pico de gallo. ¡España, Japón, Uruguay y Corea en un bocata! También probamos el sanguchito limeño, con cabezal de lomo deshilachado, salsa huancaina, cebolla encurtida y hierbas frescas. Igualmente sorprendente.

Ramen... no ramen
En carta teníamos un ramen seco de pato asado que, cuando lo pedimos, nos informaron que estaban haciendo pruebas con el plato y sirviéndolo con arroz (tipo sushi). El pato va con salsa hoisin al umeboshi (variedad de ciruela japonesa encurtida), pepino encurtido y algas.

Chocolate
Rematamos con un clásico brownie de chocolate con helado y pistachos. Una gran forma de terminar la comida.


Es una maravilla que exista un rincón como este en pleno barrio de El Palo: entre nuestros queridos y amados espetos, boquerones, berenjenas con miel y ensaladilla de pimientos asados, hay una puerta a la magia. Si al talento le sumas la libertad que da el conocimiento, tienes esta bendita locura que muta cada pocos días la piel manteniendo su esencia inalterable. Volveremos a dejarnos sorprender. 

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