Palo Cortado 2.0: versión ampliada y mejorada

Escribir sobre el regreso de Palo Cortado es toda alegría y un inmenso lujo, porque hablamos de uno de los referentes gastronómicos de Málaga. Miguel Palma vuelve a las cocinas con el mismo espíritu inquieto y divertido, con su incomparable capacidad de improvisación basada en el conocimiento profundo del producto y de la cocina. Y dentro de su equipo, un chef al que admiramos profundamente: Álvaro Souvirón, que ya estuvo en el primer Palo Cortado (en cuyas cocinas, es justo recordarlo, también se formaron Willie Orellana y Alejandro Salido, Mochi, entre otros) y, posteriormente, en su proyecto Souvi.

[Entrada]

[Barra]

[Comedor]

El local es absolutamente espectacular: estética industrial --ladrillo visto, tuberías vistas-- y elegantísima --madera, diferentes sillas y sofás, biombos para deparar ambientes-- y luces tenues para dar como resultado un conjunto muy acogedor que predispone a vivir una gran experiencia. Una inmejorable compañía y una magnífica razón para reunirnos a comer se encargaron del resto.

[Carta]

Leer la carta es darse cuenta de que hay una opción preferencial por la excelencia en el producto, una defensa de la cocina andaluza y mediterránea a lo que se suma el aire fresco de la creatividad y las influencias internacionales --fundamental, aunque no exclusivamente, de las cocinas asiáticas--. Dos bloques --Entrantes y Principales--, que ya orientan al tipo de cena que propone el restaurante.

Del mismo modo, cada día hay sugerencias que vienen dictadas por el mercado: el día de nuestra cena, cigalas y merluza de pincho.

[Pan de aceite]

[Mantequillas]

Al centro de la mesa
Para compartir, la carta de Entrantes se divide a su vez en tres categorías: De primero --donde encontramos los ibéricos, los quesos, las anchoas, las ostras, la ensaladilla rusa...--, Algo más elaborado --que es el espacio para los huevos rotos con aceite de pimientos, el tiradito de gamba, aliño de coco y sus cabezas a la brasa o el carpaccio de presa ibérica, aliño de yuzu y soja con ali oli de ajo negro-- y Orgánico, fresco, verde... --en el que tenemos la porra antequerana con huevas, flor de alcachofa a la brasa o el gazpacho de cerezas, nieve de queso fresco y sardina anchoada--.

En nuestra mesa compartimos una espectacular hueva de maruca con AOVE y almendras tostadas así como unas fresquísimas anchoas artesanas, de gran calibre y bien limpias, servidas sobre hielo picado con limón.

[Hueva de maruca con AOVE y almendras tostadas]

[Anchoas artesanas servidas sobre hielo picado y limón]

También probamos la versión de Palo Cortado de las patatas bravas: bravas-arrugás con mayo kimchie y huevas de arenque, donde se combinan las patatas arrugás canarias en lugar de las tradicionales fritas de las bravas, el kimchie coreano para aportar el pique y el toque marino de las huevas. Excelentes.

[Bravas-arrugás con mayo de kimchie
y huevas de arenque]

Principales
Tras los entrantes compartidos, elegimos dos de los grandes platos de carne, también para compartir: un solomillo de ternera con foie y salsa cremosa de hierbas y especias y una sensacional chuleta de vaca madurada (maduración mínima de 30 días) a la brasa.

[Solomillo de ternera con foie]

[Chuleta de vaca madurada]

[Guarniciones de la carne: ensalada y patatas paja]

Postres
La carta de postres propone una interesante variedad donde no falta la creatividad --natillas de tomillo, sorbete de gin tonic-- ni las influencias internacionales --tarta banoffee cheescake--, como antes hemos apuntado.

Muy recomendables los postres que probamos: torrija caramelizada empapada en nata con su helado y el pastel ruso, espuma de Bailey's y cremoso de cacao. 

[Carta de postres]

[Torrija caramelizada empapada en nata con su helado]

[Pastel ruso]

Palo Cortado ha regresado, lo ha hecho por la puerta grande y todo apunta a que lo ha hecho para quedarse y convertirse, de nuevo, en referente gastronómico en el centro de la capital, con una ambiciosa propuesta que permite se el lugar escogido para compartir una comida informal o para celebrar una ocasión muy especial. ¡Bienvenido a tu casa, Palo Cortado!