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sábado, 19 de agosto de 2017

Palodú Gastrobar: sigue la fiesta

Desde finales del mes de julio, gracias a las redes sociales, supimos de cambios en la carta de uno de nuestros restaurantes favoritos de Málaga, Palodú Gastrobar que, allá por noviembre de 2016 definimos como "la excelencia de la alta cocina en formato tapa" y no dudamos en acudir a la zona de Teatinos a dejarnos sorprender por las nuevas creaciones de Diego Aguilar y Cristina Cánovas, convencidos de no salir defraudados. Y así fue.

[Palodú Gastrobar estrena carta]

Diego y Cristina siguen trabajando con mucho mimo un producto de altísima calidad, elaborando platos realmente llenos de sabor y texturas enormemente equilibradas y agradables al paladar. Ya sea dándole un giro a algunos de sus platos o con nuevas creaciones, la "cocina Palodú" muy reconocible. Mucho mimo y ninguna pretensión; mucha humildad y conocimiento, muchas ganas de evolucionar y de aprender; un servicio al comensal cada vez más cuidado e integral.

Una de las novedades que nos encontramos --en la línea de la mejora de la atención al cliente-- fue un aperitivo de cortesía mientras llegan los primeros platos: un rollito de pollo al curry.

[Aperitivo]

Su ya  de por sí excelente ensaladilla rusa se renueva con uno huevo marroquí --un huevo poché rebozado en panko y especias morunas-- que le da un sabor novedoso (pero no invasivo) y le aporta untuosidad.

[Ensaladilla rusa con huevo marroquí]

Hay que mencionar que han eliminado de la carta las tres opciones --tapa, media ración y ración, que recordamos que presentaban con los malagueñismos mijita, pechá y hartá-- y cada plato tiene un único tamaño. Del mismo modo, le han dado un giro al emplatado y la presentación de sus clásicos, como las patatas bravas.

[Patatas bravas]

La presencia nikkei en la carta de Palodú se renueva, encontrando un ceviche de corvina y leche de tigre de cilantro y un espectacular tiradito de gamba blanca cuyo macerado, aparentemente sencillo, aporta unos sabores deliciosos, muy umami --probablemente con lima, jengibre, los jugos de las gambas...-- a los que se unen la cebolla roja, el sésamo blanco y sésamo negro, huevas y el cilantro, para realzar un producto de alto nivel. Un nuevo imprescindible ha nacido.

[Tiradito de gamba blanca]

Como detalle de la evolución del restaurante, el nada anecdótico hecho de la entrega de pinzas en lugar del tenedor para este plato.

He de reconocer que me dolió casi como una afrenta personal la desaparición del mollete de papada ibérica con mostaza que me apasionaba cuyo lugar ha sido ocupado por el mollete de pluma ibérica --desmigada-- teriyaki con mozarella a la que le aporta un punto de frescor la menta muy apropiado.

[Mollete de pluma ibérica]

Otra de las múltiples novedades en carta --que no son pocas, lo que implica una próxima visita muy pronto-- es un canelón de aguacate con salmón, preparado al estilo de un tartar. Un formato diferente para dos productos que nacieron para estar juntos.

[Canelón de aguacate y salmón]

A los postres, más novedades. Se mantiene en la carta el que, sin duda, era el mejor postre: el flan de fruta de la pasión, con crema de manzana y mousse de fresa que desde ahora se presenta bajo una nube de algodón. En general suelo ser bastante escéptico con el uso de la nube de algodón ya que, habitualmente, me parece que es solo un efecto visual y que aporta poco al plato. En este caso, es el contrapunto dulce a la acidez de la fruta de la pasión, por lo que hay que comerlo acompañando al flan.

[Flan de fruta de la pasión bajo nube de algodón]

El segundo postre que probamos es también novedad en carta: bizcocho líquido de almendras con sorbete de frambuesa. La textura del bizcocho, el contraste de temperaturas y de sabores y el punto justo de dulzor lo hacen un postre muy interesante.

[Bizcocho liquido de almendras y sorbete de frambuesa]

Fuera del centro histórico de la ciudad parece que nada existe pero la ocupación de la sala y la terraza de Palodú Gastrobar nos dicen lo contrario y nos indican que en Málaga se sabe comer bien y se sabe reconocer el buen trabajo... esté donde esté.

[Con Diego y Cristina]

Cristina, Diego y el equipo de sala siguen dando pasos firmes en una propuesta gastronómica cosmopolita, seria, coherente, humilde, auténtica y con sabor malagueño. Enhorabuena.

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