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miércoles, 14 de junio de 2017

Gastrolectura: Tapas Magazine

Cuentan que Jean-Jacques Annaud siempre había ansiado hacer una película de detectives que tuviera lugar en la Edad Media. Por eso, cuando un amigo le llamó y le dijo que alguien había escrito la novela que el siempre había soñado, se lanzó a la calle, compró El nombre de la Rosa, de Umberto Eco, y se pasó la noche entera leyéndola. Reconoció que era la historia que había imaginado, que había deseado, que había esperado. Era 1980. Seis años más tarde se estrenaba la película basada en el libro, protagonizada por Sean Connery.

Algo parecido me ocurrió a mí cuando cayó en mis manos el número 1 de Tapas Magazine, allá por marzo de 2015. En los quioscos había revistas de moda, de cine, de música, de deportes... ¿y de cocina? Solo esas revistas de recetas fáciles, recetas económicas, recetas for dummies o recetas para Thermomix. ¿Para cuándo una revista sobre cultura gastronómica, sobre tendencias culinarias, sobre todo lo que rodea al hecho de comer? Pero Tapas Magazine tiene mucho más que me enganchó: estéticamente perfecta, cuidadosamente editada, original y sorprendente, con textos interesantes y variados, escritos con pulcritud y un punto informal que me apasiona.


Tapas Magazine me ha devuelto esa sensación de esperar la fecha de publicación del nuevo número que había perdido desde que, en mi infancia y adolescencia esperaba semanalmente que llegara Gigantes al quiosco. Cada semana esperaba que pasara el infame lunes para descubrir la portada con Drazen Petrovic, el póster de Toni Kukoc, la entrevista con Magic Johnson... y sumergirme en las estadísticas de los partidos para, a continuación, llamar a mi primo Salva y pasarnos horas al teléfono comentándolo todo --mientras madre y tía, respectivamente, nos pedían/rogaban/exigían que colgáramos--.

A mis cuarenta y tantos --que diría Joaquín Sabina--, me toca esperar el principio de cada mes con el mismo interés y la misma ilusión con la que esperaba Gigantes para, en este caso, alegrarme con el reconocimiento de Chef del Año a Paco Morales, conocer las últimas tendencias en food trucks en Nueva York, saber cómo disfrutar de 24 horas gastronómicas Melbourne, descubrir las pastelerías mas hipsters de Londres, sorprenderme con los menús favoritos de los líderes políticos del mundo o disfrutar de los actores de Star Wars comiendo durante los descansos del rodaje.


La revista se organiza como una experiencia gastronómica completa. Antes de abrir Tapas Magazine --Premio Nacional de Gastronomía 2016, por cierto, tras tan solo 14 números y poco más de año y medio de vida-- vemos algunas anotaciones en la portada que, cumpliendo la función de la pizarra de fuera del locales, nos avanzan los platos fuertes; cuando abrimos la revista nos encontramos el menú, aka índice, y nos traen la carta (el editorial, a cargo de Andrés Rodríguez, editor y director de la publicación). El jefe de sala nos da la bienvenida en Mordiscos y nos cuenta algo personal (recuerdo textos de Jordi Roca, de Mario Batali, de Ferrán Adrià... pero también de Marc Gasol, Javier Mariscal o Pancho Varona, todos tan personales que te prometen que la experiencia va a ser única). Ya a mesa puesta, mientras nos decidimos, comienza la tertulia, que compartimos con entrevistas a personajes de la cultura y la empresa, con alguna pregunta final sobre sus intereses gastronómicos.


Y empezamos con los Snacks, páginas por las que pasan recomendaciones de nuevos restaurantes o de clásicos imperecederos, sugerencias de música o libros, la agenda gastronómica del mes, noticias, el vino del mes, algo de publicidad retro, algo de diseño, menaje o nuevos instrumentales de cocina o una de mis páginas favoritas: Enemigos íntimos, en la que contraponen propuestas irreconciliables (o no), esas preguntas que nos han quitado el sueño, esas cuestiones existenciales que nos torturan: helado en cucurucho o en tarrina, pizza con piña o sin piña, croqueta o empanadilla, calimocho o tinto de verano...

Y aquí debo confesar que echo mucho de menos otra sección, Wiki tapas, una suerte de glosario gastronómico temático que en los primeros números de Tapas Magazine nos explicaba la terminología básica para ser un verdadero gourmet francés, para saber desenvolverte en un restaurante italiano, para controlar la carta de un restaurante indio o para ir de tapas. ¡Que vuelva ya esa página tan necesaria!


Seguimos adelante con los Starters, compuestos de artículos fundamentalmente sobre tendencias gastronómicas, sobre historia de la cocina, productos, proyectos emprendedores... hasta llegar así, casi con el estómago lleno, a los Mains con los reportajes más extensos sobre los temas de portada y con gran protagonismo siempre para la fotografía, el arte, el diseño, la moda, lo visual, siempre vinculado con la res gastronomicae. Y continuamos con un buen puñado de páginas --Dresscode-- sobre moda.


Y así, casi sin darnos cuenta, nos invitan a que pasemos al Lounge donde, entre copas, planificamos nuestra próxima gastroescapada, para la que tendremos en cuenta la propuesta de 24 horas en..., hablaremos de coches, de coctelería e, incluso, los fumadores podrán entrar en la Smoking room. Llega la hora de pedir La cuenta --el (pen)último modo que tiene Tapas Magazine de recomendarnos un restaurante-- que pagaremos con gusto.


Y así, podemos esperar la llegada del mes que viene para disfrutar del siguiente número mientras escuchamos alguna de las playlist que tienen en Soptify para hacernos la espera más corta. Si es que piensan en todo...  

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