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lunes, 11 de diciembre de 2017

Yubá, una elegante panorámica a las cocinas del mundo

¿Qué tienen en común un Mister España, un sumiller y un jugador profesional de baloncesto? ¿Qué une a dos monumentos malagueños tan importantes como la Alcazaba y la Iglesia de San Juan? José Manuel Montalvo, Juan García Postigo y Carlos Cabezas se han asociado para crear el Grupo Premium, que ha abierto en el centro de Málaga dos hoteles boutique con gran interés en lo gastronómico también. Dos hoteles --Alcazaba Premium Hostel y Málaga Premum Hotel--, dos terrazas --Alcazaba y San Juan--y tres espacios gastronómicos: Batik (en el edificio de calle Alcazabilla), Bendito y Yubá (en el de calle San Juan). Y un nombre: Mario Rosado, chef ejecutivo del grupo.

[Torre de San Juan]
[Málaga Premium Hotel]
[Entrada a Yubá]

Ya os contamos nuestra experiencia en Batik así que ahora es el turno de compartir nuestra comida en Yubá, que en los pocos meses de vida ha ido imponiendo su personalidad en el panorama gastronómico malagueño con una propuesta muy de moda: el mestizaje culinario, el viaje alrededor del mundo gracias al cual Singapur, México, Ghana, Japón, Senegal o Perú están más cerca de la Costa del Sol. Mario Rosado imprime su interés y curiosidad por las gastronomías del mundo, más allá de modas o tendencias --sudeste asiático, cocina nikkei...-- con propuestas tan interesantes como sorprendentes y desconocidas como son las cocinas africanas, también y tan bien representadas.

El restaurante consta de una única sala muy amplia y luminosa, de decoración moderna, funcional y ecléctica, que combina sillas, sillones y sofás con elementos urbanos y motivos exóticos en las paredes, que hacen juego con las floreadas camisas del personal. En el centro, la barra a modo de isla. Un lugar acogedor y agradable.

[Yubá]

La carta de Yubá se compone de cuatro secciones: elaboraciones para compartir --bien con bocados individuales tipo nems, gyozas, saams o empanadas; bien para el centro de la mesa, como el okonomiyaki, las bravas o el aguachile--, ensaladas maridadas con cócteles, platos principales de la mar o la montaña y postres para los más golosos.

Lo importante es compartir
Con las manos o con cubiertos, ¡lo importante es compartir! Así titulan la primera sección de la carta, de la que elegimos --no sin cierta dificultad ante la llamativa y atrayente oferta-- la Tarta de San Marcos de foie micuit y los nems de cerdo agridulce, que ya conocíamos del evento en el restaurante Montana, en el que Mario Rosado y Carlos Montero ofrecieron una cena a cuatro manos.

[Tarta de San Marcos de foie micuit]
[Nem de cerdo agridulce]

Y, como tercer entrante, elegimos un sublime aguachile de vieiras con granadas. Presentación, marinado, textura, contraste de sabores, juego de texturas... nos encantó. Es uno de esos platos que justifican una visita y que te hacen volver. Tomen nota.

[Aguachile de vieiras con granadas]

La suerte de las comidas con amigos --además de su compañía-- es poder disfrutar de varios platos así que pudimos comprobar la calidad y variedad de los principales, tanto los de la carta --tajin de merluza con habitas y salsa verde de albahaca y eneldo, tonkatsu de solomillo de cerdo ibérico con maíz en texturas y un sublime arroz con anguila senegalés llamado thieboudienne, con anguila caramelizada, plátanos dulces, tomate y frutos secos-- como las sugerencias del día: corvina sobre verduritas salteadas y pesto y cordero a baja temperatura con guisantes tostados y queso azul Stilton.

[Tajin de merluza con habitas y salsa verde de albahaca y eneldo]
[Cordero con guisantes tostados y queso azul]
[Tonkatsu de solomillo ibérico con maíz en texturas]
[Corvina con verduritas salteadas y pesto]
[Thieboudienne de anguila caramelizada, plátanos dulces y crujientes]

Nos propusieron como vino para los principales un tinto joven valenciano de uva bobal muy sorprendente, que nos gustó bastante: La Malkerida (2014), muestra del buen trabajo y del empuje de los vinos del Levante.



Para los más golosos
Los postres discurrieron entre sorpresas --como el choco-coco-curry--, clásicos más o menos renovados --tiramisú de chufas y baileys y dorayaki de pistachos, sopa de cítricos y helado de nueces-- y un homenaje al histórico restaurante paleño Casa Pedro: Nuestra Tarta Noruega de pasas y ron.

[Choco-coco-curry]
[Tiramisú de chufas y baileys]
[Dorayaki de pistachos, sopa de cítricos y helado de nueces]
[Nuestra Tarta Noruega de pasas y ron]

Los postres no bajan el nivel de la comida y hacen gala a eso que tanto le gusta decir a Jordi Roca, "lo último que comes es lo primero que recuerdas". El recuerdo que nos queda de Yubá es inmejorable y tendremos que volver a dar cuenta del resto de la carta, que promete.

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