Los políticos también comen
Parece mentira ver que Hitler hacía actividades propias de las personas o que el esquelético Gandhi comiera. Menos extraño --tal vez por la proximidad-- ver a Merkel o a Obama disfrutando de algunos de los bocados patrios, como las salchichas o los hot dogs... Curioso, cuanto menos, ver a los barbudos de Sierra Maestra bocata en mano o a Sadam Hussein en una comilona familiar. Aquí los tenéis a todos reunidos.
Esto es comer y cantar
En plena gira, en el descanso de la grabación de un disco, durante la pausa de un concierto o en mitad del rodaje de un videoclip, las grandes estrellas de la música disfrutan de una hamburguesa, una pizza, un donut, unas palomitas o unas patatas fritas. Desde Elvis a Shakira, pasando por Sinatra, Hendrix, Cobain, Madonna o Michael Jackson. Pero, entre todos ellos, nos quedamos con Julio Iglesias en su avión privado disfrutando de un almuerzo a base de pollo frito de KFC, una tortilla de patatas y una botella de vino tinto: menuda combinación.
Los rodajes de las películas son largos, muy largos... y hay que comer. Ver a los actores que han encarnado a nuestros héroes caracterizados de Frankenstein o R2D2, a Marlon Brando de emperador romano donut en mano o a bellezas de Audrey Hepburn esperando que el horno haga su trabajo, Sofia Loren comiendo espaguetis, Brigit Bardot comiendo pollo o Marilyn desayunando en la cama no tiene precio.
Los directores optan por un frugal sándwich --como Hitchcock-- o por un helado --como Spielberg o Woody Allen--. La excéntrica Angelina opta por los insectos, Penélope Cruz elige una palmera de chocolate, Meryl Streep una pizza durante la celebración de la gala de los Oscar. o DiCaprio un helado con un puro.. y así, suma y sigue.
Estos tienen arte cuando pintan pero también cuando son objeto artístico. Andy Warhol junto a una hamburguesa y un bote de ketchup cual bodegón contemporáneo; Picasso rematando un lenguado con una estética raspa entre dientes; Dalí abriendo erizos de mar --que tanta presencia tendrían en su obra-- y las imponentes presencias de Diego Rivera y Frida Kahlo en la más absoluta cotidianidad.
Estamos habituados a verlos correr, saltar, golpear, lanzar... y beber, beber mucha agua y bebidas isotónicas (y alguna que otra cerveza y un buche de champán durante las celebraciones de los títulos). Pero comer, poco, muy poco. Aquí tenemos a Cristiano Ronaldo mostrando un saludable plato de pollo y verduras; Messi junto a las brasas de un asado argentino; Nadal con un desayuno a base de buen jamón ibérico; Federer dando cuenta de un bocadillo; Stephen Curry devorando unas chuletas; Garbiñe Muguruza hincándole el diente a un flan recién hecho (¿por ella?); y Usain Bolt jalándose una tableta de chocolate. Y es que hay que reponer energías.
Para romper tópicos, disfrutemos de las grandes modelos internacionales dándose sus homenajes: desde el sencillo sándwich de Cara Delevigne a los mariscos frescos de Elle McPherson, la súper hamburguesa de Gisele Bundchen o el yogur helado --y la cara de placer-- de Lindsay Lohan. La gastronomía está de moda y de esto último, ellas saben mucho.
Páginas sabrosas
En un lugar donde la literatura tiene su rinconcito privilegiado, no podían faltar ellos. García Márquez con un buen café --a buen seguro, colombiano--, Umberto Eco con unas porciones de pizza, Pablo Neruda con una empanada y un buen tinto son los representantes literarios de los célebres comensales de esta entrada.
Y ellos... ¿y comen?
¿Y qué hay de los cocineros? ¿Acaso ellos no comen? Miles, millones de fotos de cocineros cocinando, mostrando ingredientes, emplatando, besando pescados o enseñando sus creaciones pero, comiendo, lo que se dice comiendo, solo hemos hallado a nuestro amigo Dabiz Muñoz, un verdadero disfrutón.
Con independencia de gustos, ideologías, colores y tendencias, no me negaréis que que da gusto verlos comer y disfrutar. Si es que parecen todos más cercanos, más humanos, más personas.